
El gobernador Gerardo Morales.
Lejos de la imagen de inocentes manifestantes que busca imponer el kirchnerismo, documentación a la que tuvo acceso este medio muestra un sinfín de causas de larga data. Amenazas, robos en banda, venta de estupefacientes, utilización de armas de fuego, estafas y lesiones, entre las más destacadas.
Tras los preocupantes incidentes que se suscitaron entre manifestantes que rechazaban la reforma constitucional impulsada por el gobernador Gerardo Morales y las autoridades policiales, se supo que varios de los implicados tendrían un oscuro y violento prontuario judicial. Al menos dieciséis personas permanecían detenidas tras los ataques causados, que incluyeron un intento de incendiar la Legislatura jujeña, destrozos en autos y comercios de la zona y los cortes de las rutas nacionales 9 y 52, imposibilitando el ingreso a Purmamarca.
De los dieciséis detenidos, se pudo comprobar que al varios de ellos tenían un extenso historial de encuentros con la Justicia. Se trata de Marcelo Antonio Flores, Jaime Aldo Lamas y Héctor Javier Casado, quienes parecieran desplegar una marcada tendencia hacia la violencia.
Uno de los más complicados al respecto es Marcelo Flores, quien actualmente tiene diecisiete causas judiciales abiertas. Entre ellas, llaman la atención los robos calificados, los robos en banda, hurtos, atentados, violaciones de domicilios e infracciones de estupefacientes. “Flores es un hombre altamente peligroso y no un poblador preocupado por la reforma constitucional”, afirmaron autoridades policiales.
En el caso de Casado, su prontuario está compuesto por doce causas judiciales. Lejos de tratarse de un manifestante pacífico -como sugirió el presidente Alberto Fernández-, la documentación muestra a Casado protagonizando los delitos de hurto, lesiones, amenazas, estafas, daños, robos calificados y amenazas con armas de fuego.
El más tranquilo entre los manifestantes que destrozaron la Legislatura y causaron estragos en Jujuy es, probablemente, Jaime Lamas, quien “sólo” tiene cinco causas judiciales. Entre ellas, una por lesiones en el 2001, amenazas, tentativa de evasión, lesiones agravadas por el vínculo y robo.
A medida que avanza la investigación judicial de los preocupantes hechos, el velo del misterio comienza a correrse y se cristalizan las verdaderas intenciones de quienes parecieran poseer un escaso interés por la constitución pero una gran inclinación a la violencia. (www.REALPOLITIK.com.ar)



