Juan Bonavota: toda una vida de compañerismo y camaradería

Juan Bonavota

 Para poder determinar el significado del término “camaradería,” cualquier texto diría que es necesario conocer antes su origen etimológico, aunque también se  puede tener el privilegio, de que la vida nos enseñe a descubrirla, a través de lo que  llamamos “experiencia,” pero, para no caer en un epílogo, revelando a prima facie, la subjetividad del escrito, demos  certeza  que se trata de una palabra que deriva del latín camara, que era sinónimo de “estancia abovedada”. Una palabra que, a su vez, procede del griego kámara, que tenía el mismo significado; es así que se conoce como “camaradería,” al vínculo amistoso o de respeto que forjan las personas con intereses o afectos en común. Quienes desarrollan este tipo de relaciones son camaradas, aunque en la vida cotidiana es más común que se apele a términos como amistad o fraternidad para determinar a estos vínculos.

Los afiliados a un sindicato, los militantes de un partido político, los miembros de una fuerza de seguridad e integrantes de una institución suelen llamarse camaradas; en estos contextos es habitual que se hable de camaradería, o al menos resulta más frecuente que en el lenguaje coloquial. Los bolcheviques, por citar un caso histórico, impulsaron el trato de “camarada” para igualar a las personas. Ya sea a los funcionarios o a cualquier integrante del partido se lo denominaba con este apelativo, evitando otros términos que marcaban una distancia.

Es menester la antecedente apreciación, porque al referirse de Juan Bonavota no existe por menor de calificarlo como: compañero, camarada, amigo, compinche.

Juan es un gran hombre, con una historia rica en organización política y gremial, el 6 de abril cumplió 76 años de edad, y lleva  60 años de labor dentro del sindicato de Luz y Fuerza; quienes lo conocen, saben que jamás se jubilaría, porque “ jubileo”, para él,  es  compartir día a día, charlas, experiencias, anécdotas y trabajo con sus pares, trasmitiendo alegría y regocijo, los sinónimos de “jubileo”; es de espíritu incansable, inquieto en su labor, sensato en sus manifestaciones, tiene la humildad de un grande, siempre destacando a la gente buena que ha conocido y a la familia en primer orden.

·         Quienes lo conocen pueden descubrir que su trato igualitario, ante compañeros de distintas profesiones, empleados, turistas y  amigos y de distintas generaciones, enseña que no existe distanciamiento entre las personas, al menos que se trate de una autoconstrucción ajena, exterior a su voluntad.

·         Quienes lo conocen verdaderamente podrán tomar sus consejos como si provinieran de un amigo, de un buen hermano, de un buen padre y porque no, de un buen abuelo.

·         Quienes lo conocen descubren el vínculo amistoso y de respeto, que su bondad genera.

Juan tiene historia y es presente, es libro abierto, que de él se aprende en cada encuentro. Es un gran desafío poder escribir sobre un grande, que sirva de consuelo o enmienda, que, por los siglos de los siglos, se asienta que la excelencia se encuentra escrita, manifestada en la biblia.

 

                                                                                  

Juan Bonavota- Charla con amigos

Juan Bonavota acompañado con Francisco Florenzano y Ricardo Marazzi