
AGENCIA NOVA - Noticias La Costa
El equipo económico del Gobierno nacional confirmó una serie de aumentos tarifarios que serán efectivizados durante el mes de junio, y que buscan compensar parte del atraso que se genera por la inflación.
El ritmo de aumento de los precios minoristas alcanzó dimensiones realmente preocupantes, con lo cual el valor real de las tarifas públicas se sigue deteriorando a pesar de las sucesivas actualizaciones. Esto es especialmente notorio en el sector del transporte público, y muchas líneas de colectivos alertan por el deterioro de los servicios.
El IPC se disparó hasta un 8,4 por ciento solamente en abril, y los relevamientos para las primeras tres semanas de mayo sugieren un piso de por lo menos el 9% para este mes, aunque algunas estimaciones ya visualizan una inminente inflación mensual en torno a los dos dígitos.
Subte, colectivos y trenes
A partir del 1 de junio regirá un aumento del 8,6 por ciento para las tarifas del transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). A partir de este periodo, el transporte tendrá actualizaciones todos los meses a diferencia de lo que ocurrió en la primera mitad del año.
El boleto de colectivos subirá hasta los 46,35 pesos para el tramo más corto, mientras que los boletos de tren oscilarán entre 22,5 y 29,12 respectivamente. Para la Capital Federal el viaje en subte también se verá afectado por el aumento y pasará a costar 74 a partir del 5 de junio, mientras que el viaje en premetro aumentará a 26.
Combustibles
Como estaba predeterminado por el acuerdo entre YPF y las petroleras con el Gobierno, en junio volverá a regir otra actualización del 4 por ciento sobre las tarifas de nafta y gasoil en todo el país.
La estrategia del equipo económico es fijar deliberadamente los aumentos en combustibles en niveles muy por debajo de la inflación mensual, que ronde entre el 8 y el 9 por ciento (más del doble que el aumento tarifario previsto).
El atraso de las tarifas energéticas pretende ser usado como un “ancla” contra la inflación, pero lo cierto es que solo incuba una creciente inflación reprimida que no podrá mantenerse oculta al cabo de los próximos meses. Todos los aumentos que no se produzcan ahora se deberán permitir más adelante, con las debidas consecuencias en materia de inflación futura.
Prepagas y colegios privados
Los colegios privados que cuenten con algún tipo de subsidio estatal tendrán un aumento sobre la cuota mensual del orden del 11,1 por ciento para la Ciudad de Buenos Aires, y hasta un 7,5 en la región del AMBA. El violento rebrote inflacionario de los últimos dos meses obligó al equipo económico a renegociar los aumentos previstos, que eran sustancialmente menores.
Por otra parte, las cuotas de las prepagas tendrán un aumento en junio del 5,49 por ciento fijado por el Gobierno, y este umbral se generalizó a todos los usuarios independientemente de su nivel de ingresos. Esto implica que afectará tanto a las personas que hayan realizado los trámites para percibir menores incrementos como las que no lo hicieron.
Electricidad
Las tarifas de luz tendrán un incremento notable para aquellos usuarios que fueron despojados de los subsidios durante el mes de mayo, dentro del umbral de “mayores ingresos” de acuerdo a los parámetros de la Secretaría de Energía.
Estos usuarios tendrán que pagar la tarifa plena a partir de este mes, y en los meses subsiguientes el costo tarifario se adecuará al precio de mercado que fijen las empresas distribuidoras.
Alquileres
Los alquileres se verán fuertemente actualizados para aquellas personas que firmen un nuevo contrato a partir del 1 de junio, o que deban renovarlo habiendo pasado un año desde la actualización anterior.
De esta manera, el aumento calculado oscila el 100 por ciento de acuerdo al Índice de Contratos de Locación (ICL) que elabora el Banco Central. Para muchos usuarios la ley de alquileres le significó una fuerte licuación real en el precio de las cuotas mensuales a raíz de los congelamientos previstos, pero para los nuevos usuarios (los incumbentes en el mercado) los costos son realmente dramáticos: la oferta se contrajo violentamente y en consecuencia cada vez es más inaccesible alquilar.
Lo mismo ocurre para los usuarios que en un primer momento se beneficiaron con las soluciones inflacionarias, pero que ahora afrontan muchas dificultades a la hora de renovar los contratos de alquiler o para afrontar los aumentos legales correspondientes.